Centro Pedagógico de Durango A.C.
“Lázaro
Cárdenas del Rio y de su Educación Socialista ”
Educación
y Sociedad II
M.
en P. Jesús Flores Sánchez Flores
Lic.
Fabiola Isabel González Alanís.
Victoria
de Durango, Durango., Octubre 23 de 2015.
Con referencia al cardenismo se puede decir
que con dicho movimiento se trato de reconstruir
el pensamiento nacional, que se desmoronó durante la guerra civil de principios
de siglo, y desde la escuela socialista se aspiró a elevar las condiciones de
vida de los trabajadores y aumentar el bienestar del pueblo. El socialismo y su
corriente pedagógica fue recibida con agrado por muchos, ya que le
apostaba a atender la necesidad de educar a un pueblo que carecía de cultura.
Empezando con la alfabetización en el proletariado; brindándoles mayores
servicios a los hijos de trabajadores y campesinos.
Al
finalizar el Maximato y el exilio de Calles dejaron una nueva política, socialista.
La educación se destacó nuevamente, la cual habiendo tenido constantes tropiezos
desde la fundación de la SEP trató de reivindicarse con el pueblo. En el nuevo
periodo se debía de cumplir el principal fundamento que anteriormente se había
olvidado, la alfabetización.
El
proyecto desarrolló un sistema educativo con fines lucrativos entre el gobierno
y el pueblo, representado en el discurso del primer secretario de educación
cardenista, Ignacio García Téllez quien afirmó que la educación se encauzaría
hacia las clases campesinas y obreras, vinculada con los problemas del medio,
las necesidades y aspiraciones de las agrupaciones proletarias y acorde con los
progresos de la técnica para la socialización de la riqueza, para que la nueva
escuela se convirtiera en capacitadora de trabajadores manuales e
intelectuales. La escuela socialista aspiró a elevar las condiciones de vida de
los trabajadores, a aumentar el bienestar del pueblo.
La
pedagogía del socialismo en México fue recibida con agrado por muchos, ya que
empeñaba la necesidad de educar a un pueblo que carecía de cultura. Empezando con
la alfabetización en la población vulnerable; brindándoles mayores servicios a
los hijos de trabajadores y campesinos. Las famosas Misiones Culturales
seguirían estando en pie, ahora con una mayor determinación de llevar la
educación a pueblos campesinos, comunidades indígenas entre otros.
El
socialismo se trató de reconstruir el pensamiento nacional, mismo que se
desmoronó durante la guerra civil de principios de siglo. Sentimiento por la
nación emanado por el Estado, tuvo sus cimientos en dicha ideología. Buscar
nuevamente la unificación social fue una tarea a la que se le apostó mediante
la formación en las aulas. Aclarando que el enfoque de análisis educativo no
tomaría los referentes históricos de los héroes de la independencia y la
revolución. Al contrario se trataría de unir a la causa a aquellos subalternos
que participaron en ambas guerras.
Tal
aportación especifica la manera de difundir que se le otorgó a la educación en
México manejando aspectos cotidianos. Las clases populares también tuvieron su
visión del aprender, una que no era con libros y ciencias, sino de movimientos
sociales a través de la música. La educación socialista agregó tales aspectos
de folclor a las clases de primaria; asunto que en los planes de estudio
posteriores desaparecería. El modelo utilizado en el cardenismo, retomó la
promoción de sentimientos socialistas como la fraternidad, el patriotismo, el
amor, el optimismo y la igualdad. Mismos que se hicieron presente tanto en la
sociedad como en la educación. Por otro lado las materias de historia y valores
reunieron numerosos temas afines a la estabilidad social, la economía; sin
olvidar la incorporación de las clases populares al pasado mexicano.
Representado en un principio con el caudillo del sur, Emiliano Zapata, pero con
igual importancia se agregaron a esta lista las víctimas de Tomóchic, Cananea y
Río Blanco. Los opositores fueron los
mismos a los que se enfrentó Vasconcelos y Calles en su momento. El laicismo
persistente se intensifico en mayor medida durante el cardenismo. La iglesia
católica mexicana no toleraría otra doctrina que la desplazara de una
herramienta tan sofisticada como lo es la educación. Ya sea por medio de la
persuasión de los padres de familia, intelectuales o círculos de derecha, el
clero no perdería su prestigio ante nada.
Al
final, el camino del socialismo mexicano significó mucho, tuvo propuestas
interesantes, abrió nuevos panoramas teóricos que aportaron tendencias
educativas entre el gobierno y el proletariado. Pero la lucha incansable por
evitar el gobierno de izquierda en el poder generó constantes tumultos dentro
de la sociedad. Al final el socialismo educativo en México fue desplazado como
sus predecesores.
Entonces el Maximato es el Período de la historia de México comprendido entre 1928 a 1934 en el cual la política mexicana fue dirigida por El General Plutarco Elías Calles, ahora convertido en el hombre fuerte y jefe indiscutible de la Revolución al morir Álvaro Obregón.
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